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Vía Crucis

Temática

Un camino de oración que busca adentrarnos en la meditación de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo en su camino al Calvario. El camino se representa con una serie de "Estaciones" correspondientes a incidentes particulares que Jesús sufrió por nuestra salvación.

Elementos Iconográficos

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Fuentes

ESTACIONES DEL VÍA CRUCIS

Primera Estación:
Jesús es condenado a muerte.

23: Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: !!Sea crucificado!

24: Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.

25: Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.

26: Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.

Mateo 27,23-26

Segunda Estación:
Jesús Toma la Cruz.

5: Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: !!He aquí el hombre!

Juan 19,5

 

17: Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;

Juan 19,17

Tercera Estación:
Jesús cae por primera vez.

4: Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

5: Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

6: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Yavhe cargó en él el pecado de todos nosotros.

7: Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.

Isaias 53,4-7

29: Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

30: porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Mateo 11,29-30

Cuarta Estación:
Jesús se encuentra con su Madre.

34 Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha

35 (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.

Lucas 2,34-35

 

7 Pero yo soy un gusano, no un hombre; la gente me escarnece y el pueblo me desprecia;

8 los que me ven, se burlan de mí,

hacen una mueca y mueven la cabeza, diciendo:

9 «Confió en el Señor, que él lo libre;

que lo salve, si lo quiere tanto».

10 Tú, Señor, me sacaste del seno materno,

me confiaste al regazo de mi madre;

11 a ti fui entregado desde mi nacimiento,

desde el seno de mi madre, tú eres mi Dios.

Sal 22, 7-11

Quinta Estación:
Simón de Cirene le ayuda a llevar la Cruz.

26: Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.

Lucas 23,26

Sexta Estación:
Verónica limpia en rostro a Jesús.

 

23: Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: !!Sea crucificado!

24: Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.

25: Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.

26: Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.

Mateo 27,23-26

Septima Estación:
Jesús cae por segunda vez.

15: Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Hebreos 4,15

 

9: En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.

Isaías 63,9

Octava Estación:
Jesús consuela a las mujeres.

27: Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él.

28: Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.

29: Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron.

30: Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos.

31: Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?

 Lucas 23, 27-31

Novena Estación:
Jesús cae por tercera vez.

Sal 37: tus flechas se me han clavado, tu mano pesa sobre mi...; mis culpas sobrepasan mi cabeza, son un peso superior a mis fuerzas; ...siento palpitar mi corazón, me abandonan las fuerzas...

 

3:  «...me estoy hundiendo en un cieno profundo y no puedo hacer pie; he entrado en la hondura del agua, me arrastra la corriente».

Sal 69,3 

Décima Estación:
Jesús es despojado de sus vestiduras.

23: Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron su manto y lo partieron en cuatro partes, una para cada uno de ellos. Tomaron también la túnica, la cual no tenía costura, sino que era de una sola pieza, tejida de arriba abajo.

24: ―No la dividamos —se dijeron unos a otros—. Echemos suertes para ver a quién le toca.

Juan 19,23-24

Undécima Estación:
Jesús es clavado en la Cruz.

33 Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, lo crucificaron allí, junto con los criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda.

34 ―Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen.[d]

Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.

35 La gente, por su parte, se quedó allí observando, y aun los gobernantes estaban burlándose de él.

 Lucas 23,33-35

Duodécima Estación:
Jesús muere en la cruz.

28 Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo:

―Tengo sed.

29 Había allí una vasija llena de vinagre; así que empaparon una esponja en el vinagre, la pusieron en una caña[c] y se la acercaron a la boca. 30 Al probar Jesús el vinagre, dijo:

―Todo se ha cumplido.

Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.

Juan 19,28-29

Decimotercera Estación:
Jesús es bajado de la Cruz.

38 Después de esto, José de Arimatea le pidió a Pilato el cuerpo de Jesús. José era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos. Con el permiso de Pilato, fue y retiró el cuerpo.

39 También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, llegó con unos treinta y cuatro kilos de una mezcla de mirra y áloe.

Juan 19,38-39

Decimocuarta Estación:
Jesús es enterrado.

46 Entonces José bajó el cuerpo, lo envolvió en una sábana que había comprado, y lo puso en un sepulcro cavado en la roca. Luego hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro.

47 María Magdalena y María la madre de José vieron dónde lo pusieron.

Marcos 15,46-47

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