Parábola de Jesús y la samaritana: Aparece representada la parábola de la mujer samaritana, conocida como Photina o Fotina (“La Luminosa”). Según esta parábola del Evangelio de San Juan, Jesús, a su paso por Samaria, conoció en el pozo de Jacob a una mujer que llegó a recoger agua. Mantuvieron ambos una conversación inusual entre un hombre judío y una mujer samaritana de la época y con ella Jesús vio claro que la samaritana necesitaba encontrar su camino espiritual. Al término de la conversación, Jesús se descubrió ante ella como El Mesías y, más tarde, actuando como evangelizadora, la mujer samaritana corrió a extender la noticia. En esta parábola el agua del pozo tiene un fuerte simbolismo, ya que es comparada con Jesús por la gracia divina: “Todo el que beba de esta agua tendrá sed de nuevo, pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.”